martes, 26 de febrero de 2013

SENDEROS DE GLORIA: STANLEY KUBRICK, LA GUERRA Y EL PATRIOTISMO.


Adaptar al cine una novela antimilitarista como Senderos de gloria, de Humphrey Cobb no fue tarea fácil. El proyecto de un Kubrick que ya empezaba a ser un director que sonaba en ciertos círculos de Hollywood gracias a Atraco perfecto, solo fue posible por el apoyo decidido de Kirk Douglas, que se reservó la interpretación del protagonista, el coronel Dax.

La Primera Guerra Mundial fue la guerra más cruel que la humanidad había conocido hasta aquel momento. Antes de su estallido, lo habitual es que los conflictos se resolvieran en una o dos batallas en campo abierto que podían durar un día o dos como mucho. Cuando se conocía el resultado, llegaba la hora de la diplomacia (otra cosa es que posteriormente los tratados no se respetaran). Con la invasión de Francia, los alemanes esperaban culminar una campaña corta en la que obligaran a Francia a pactar. En realidad lo verdaderamente trágico de este conflicto acaecido hace un siglo es que sus pretextos fueron absurdos: no existían auténticos motivos, más allá de cierta rivalidad económica, que justificara el desencadenamiento de tal matanza. En la Primera Guerra Mundial triunfaron las armas eminentemente defensivas: la ametralladora, las trincheras, los gases, por lo que el frente fue estable durante prácticamente toda su duración. Los soldados vivían confinados como ratas en sus trincheras, expuestos al fuego de la artillería enemiga y a toda clase de enfermedades, debido a las desastrosas condiciones higiénicas. Pero a veces los mayores enemigos de los combatientes eran sus propios generales.

En Senderos de gloria, los generales franceses nos son presentados como criminales en busca de gloria personal a costa de la vida de sus soldados. La misión de conquistar una determinada colina es despachada ante el encargado de acometerla, el coronel Dax, como una operación importante en la que, como es lógico, morirá un gran porcentaje de los soldados que la lleven a cabo. Pero los muertos tendrán el honor de haberlo hecho por su patria. Este es el argumento principal. Dax, en un ataque de sinceridad impropio de un soldado le espeta a su superior la famosa frase del doctor Johnson, "El patriotismo es el último refugio de los canallas". Claro que Dax no es un militar de carrera, sino un civil, un prestigioso abogado criminalista que se ha visto envuelto en el horror de la guerra en contra de su voluntad y es incapaz de abandonar su pensamiento racional, algo impensable en un militar vocacional.

Lo que sigue es una auténtica vergüenza, un hecho histórico que estuvo escociendo a Francia muchas décadas después de que se produjera (de hecho la exhibición de la película estuvo mucho tiempo prohibida en el país galo): la elección de un cabeza de turco por cada compañía de las que protagonizaron el fallido ataque. La acusación es la más grave del Código Penal Militar: cobardía ante el enemigo y su fusilamiento, después de una pantomima de juicio, que servirá como expiación del honor del resto de los soldados. 

Hay escenas terribles en Senderos de gloria: la última noche de los condenados, que se saben víctimas de una injusticia inhumana o la conversación entre dos soldados poco antes del ataque, comentando las diferentes formas de morir en un combate y sus ventajas e inconvenientes. Stanley Kubrick filmó uno de los grandes clásicos del cine antibelicista. Su visión del estamento militar fue redondeada mucho después con otra obra maestra: La chaqueta metálica.

Dejo aquí el poema de Thomas Gray en el que se inspira el título, Senderos de gloria, para que se capte toda la ironía del mismo y el cinismo que suele inspirar las palabras de los patriotas de salón para justificar el sacrificio de innumerables jóvenes vidas:

No permitáis que la ambición se burle del esfuerzo útil de ellos.
De sus sencillas alegrías y oscuro destino;
ni que la grandeza escuche, con desdeñosa sonrisa
los cortos y sencillos hechos de los pobres.
El alarde de la heráldica, la pompa del poder,
y todo el esplendor, toda la abundancia que da,
espera igual que lo hace la hora inevitable.
Los senderos de la gloria no conducen sino a la tumba.

NOVEDADES DEL 26 DE FEBRERO



ANTIGUA LUZ
de John Banville
 
LA BIBLIOTECARIA DE AUSWITZ
de Antonio G. Iturbe

BAILA, BAILA, BAILA
de Haruki Murakami

LA SOMBRA DE LA SIRENA
de Camila Läckberg





lunes, 4 de febrero de 2013

PRÉSTAMO DE LIBROS ELECTRÓNICOS


         La biblioteca pone a disposición de los usuarios el servicio de préstamos de veinte lectores de libros electrónicos.
El préstamo se realiza por un periodo no renovable de 30 días. El procedimiento de préstamo consiste en la firma de un documento de conformidad con las “normas de préstamo y uso”.
Los dispositivos están cargados 520 obras, principalmente clásicos, que relacionamos aquí
Se puede ampliar información en el siguiente enlace