lunes, 28 de marzo de 2022

LOS INGRATOS, de Pedro Simón. Premio Primavera Novela 2021. Por Felisa Molinero y Juan Tébar

                         Por Felisa Molinero Torres
    
    La novela está escrita como una crónica o diario familiar en una línea muy sentimental y emotiva. Relata cómo en los años 70, en un pueblo en el que la gente empieza a irse (pueblos vaciados), llega una nueva maestra, esta será la señorita Mercedes, que tiene tres hijos, a los que cuida sola, pues el padre vive su vida en otra ciudad. Estos son Vera, Isa y el pequeño David. Será este último el encargado de contarnos la historia.
    David disfruta de una ingenua vida infantil llena de juegos, peleas, escapadas a lugares prohibidos, dudas y aventuras, como cualquier otro niño de pueblo en esa época.
      Un día y siendo preciso una ayuda para la señorita Mercedes que cuidaba sola a los hijos, los padres que viven por separado deciden buscar a alguien que pueda ayudar en ese sentido, y sobre todo controlar y atender al pequeño David, y así encuentran en una señora viuda a la persona adecuada para ello, la señora Emérita. Ella cuidará sobre todo de David, velando por él, acompañándolo a todas partes hasta llegar a ser una pareja para todo, llevarlo al colegio, acompañarlo a los juegos y esperar pacientemente para volver a casa o ir a los recados con él. En ese contacto continuo ella se vuelca en el niño, recordando así al hijo que perdió siendo bebé, todo su amor y todo su dolor por la pérdida, descargando su amor y su entrega en David, dejando en el niño una huella, transmitiendo al pequeño todo lo bueno que debe de aprender una buena persona, todas sus emociones y sentimientos. El niño, que al principio era un poco rebelde, termina apreciando y confiando todo su cariño a la señora Emérita. 
      Con el cambio de curso y nuevo destino para la madre, el niño sale con pena del pueblo dejando atrás a Emérita, al igual que ella siente la despedida, pero ella sigue esperanzada en que volverán a verse y así se lo hace saber a todos los que le preguntan, está convencida que la llamaran y se ira a vivir con ellos, pero los años pasan y el momento no llega, todos se van olvidando de ella, aunque ella sigue esperanzada…Los años van pasando, cuando David ya es adulto y siente la pena de no haberle agradecido a Emérita toda su entrega y amor, la busca, pero Emérita ya no está para escucharlo. 

      La novela está escrita de manera amena, cuidada y ágil. La estructura es sencilla. Es fácil de leer, como relato, pero difícil de leer desde la emoción (amor, soledad, afecto, espera, abandono, sufrimiento, esperanzas, penas, olvidos) es conmovedora y nostálgica. Te sorprende desde el principio, los personajes están muy bien construidos, escrita en primera persona por un niño que nos cuenta sus experiencias en un pueblo, su trato con la señora Emérita y como luego de mayor se apena por no haberle agradecido su entrega , ayuda y amor. Nos hace recordar aquellos tiempos y meditar. También me gustaría destacar las cartas escritas por la señora Emérita.
     La novela nos está hablando de esa generación que vivió en la España de los años 60-70, nos hace recordar los años de la posguerra, a la generación que conoció la pena, el miedo y el hambre y que teniendo poco aspiraba a mejorar y prosperar en la vida, para que sus hijos tuvieran mejor situación. También nos habla de la ingratitud hacia las personas que nos han ayudado y dado todo por nosotros, y luego las dejamos olvidadas y solas. Nos habla del mundo rural, de la infancia, y nos hace recordar a aquellas personas que formaron parte de la misma, que tuvieron gran influencia en nuestras vidas, y que nos dejaron una huella de su paso, entrega y amor, a veces olvidado en un rincón de nuestro corazón o latiendo en el remordimiento de la deuda.

                                         
  Por Juan Tébar Valenciano

    Vero, Isa y David son tres hermanos, hijos de una maestra , que cada año van cambiando de pueblo (allí donde le tocaba a su madre impartir sus clases). La historia la narra el niño que es el más pequeño de los tres. Viven en la época de la posguerra y tratan de adaptarse a los diferentes sitios.
     El padre va a verlos todos los fines de semana y la madre se vuelca en sus clases y apenas tiene tiempo para los niños.
    En un momento determinado, el padre se echa una "amiga", y deja de visitarlos, y deciden contratar a una mujer mayor,  sorda. que tiene muy buen corazón, para que los cuide. Y ella ve en la figura del niño imagen de su hijo, que perdió siendo pequeño,  porque durmiendo lo asfixió al no oír su llanto. 
    El pequeño llega a tomarle un gran cariño a Emérita y, aunque era objeto de la burla de los otros chicos, llega a quererla más que a su madre. Pero la vida es cruel y cuando termina el curso deben de partir a otro sitio cerca de Madrid. Sus padres han resuelto sus diferencias y las promesas de un reencuentro con Eme, quedan en nada.   No obstante su madre llega a pedir excedencia,  para irse al pueblo a cuidar de ella cuando se cayó.

    El niño, pasados muchos años,  fue al pueblo y nada era ya igual. La Emérita había muerto, recordándole siempre. Y el hecho de haberla borrado de su memoria, durante tanto tiempo, le hizo sentirse tremendamente ingrato.
    En resumen: un gran libro, lleno de ternura , y de situaciones propias de la vida rural , de la época en que transcurre. Y , refleja los sentimientos de las personas diferentes, y la crueldad de la gente con las que se rodean..

lunes, 21 de marzo de 2022

Pizzería Vesubio, de Walter Riso

                 Por Paula T. Rejón Rodríguez  

    Se trata de una novela casi autobiográfica, ya que está basada en hechos reales, pero también presenta tintes de ficción. El autor Walter Riso, un conocido psicólogo argentino, consigue envolvernos en un ambiente cálido y familiar, resultando una novela deliciosa, volviéndose este término literal cuando nos invita a la cocina del restaurante detallándonos las típicas recetas italianas que tanto nos fascinan.

    En el libro, vamos de la mano de Andrea, viviendo su evolución desde que era infante hasta su adultez. Sus comienzos estaban fuertemente ligados a la pizzería familiar y a los olores y sabores grabados a fuego en su memoria y paladar. Las recetas que se trasmitían entre generaciones eran el sello identificador de los Merola y la pizzería, más que un negocio era en realidad un pseudo hogar, una pequeña Nápoles en una grandiosa Buenos Aires.

       Aunque se sienten acogidos en Argentina, el ansioso palpitar por la tierra madre no cesa. En el libro, no deja de estar presente el sentimiento inherente del emigrante: la separación forzada de los seres queridos, la lucha por la supervivencia, la idealización de lo perdido, entre otros. Esto se refleja muy bien en varias frases de la madre de Andrea: Nápoles, donde el mar es más azul…y el cielo es más grande.

    Conforme avanza el libro, como atentos testigos, compartimos con el protagonista las vivencias con su primer amor, el posterior desamor, la dolorosa muerte de su madre, frustraciones, alegrías, éxitos y fracasos. Compartimos su vida. El autor consigue que esto ocurra de manera fluida y natural, siendo una lectura amena.

    Resulta fácil conectar con él en algún momento de la historia. Al tratar temas de tan diversa índole sobre lo cotidiano del vivir, es normal empatizar en alguno de los puntos que nos ofrece.

    Si tengo que quedarme con algo, sería con lo que nos ha movido por dentro. Porque este libro te despierta algo, como comprobamos en el club de lectura. España, país de reciente pasado emigrante no olvida. Y en el club, tampoco olvidamos.