lunes, 16 de marzo de 2015

"La mujer que buceó en el corazón del mundo". Comentario del coordinador del debate


     "La psicóloga y guionista de cine mexicana Sabina Berman es la autora de una muy entretenida novela que narra en primera persona las andanzas de su personaje protagonista Karen Nieto, una mujer autista con "habilidades especiales". Quizá a partir del éxito cinematográfico de la película "Rain Man" (1988) los autistas con asombrosas capacidades intelectuales comenzaron a llamar la atención. Sin embargo, el autismo es una condición neurológica que se da sobre todo en personas cuya vida es mucho menos activa, una experiencia que para sus cuidadores suele ser terrible en comparación con lo que solemos ver en las andanzas de los personajes elegidos por la mayor parte de los novelistas. A respecto de los autistas hay también una buena historia, mucho más realista, como la película "Mater Amatísima", dirigida por José Salgot en 1980."

       "Pero evidentemente Sabina Berman no está tan interesada en reflejar el drama del autismo, como utilizar este personaje vagamente basado en algunos casos reales para crear situaciones originales y significativas. En tanto que con graves deficiencias para la interactuación social, la protagonista tiene la oportunidad de hallar una existencia diferente, hasta cierto punto semejante a la de los animales, con una gran capacidad contemplativa que dirige a la naturaleza (en su caso, sobre todo al mar y sus silenciosos habitantes) al tiempo que se embarca en un gran proyecto de tipo conservacionista."

       "Un cierto latiguillo filosófico se repite en la historia:el rechazo al mensaje de René Descartes, "pienso, luego existo", que pretende entronizar la conciencia racional humana por encima del mundo de la mera existencia natural, intuitiva e irracional de los demás seres vivos. Karen Nieto cree en la percepción de la armonía de la naturaleza universal de la que forma parte. Un mundo, evidentemente, en el que su carencia de habilidades sociales para crear relaciones afectivas, no supondría penalidad alguna. Que juzgue cada cual si una existencia caracterizada por el desapego y hasta cierto punto indiferencia entre los individuos es un camino a la plenitud. En cualquier caso, la autora dedica bastante espacio a la relación próxima a la afectividad que siente la protagonista cuando su tía, la mujer que la ha criado, educado y protegido, enferma y muere. Una afectividad que recuerda a la de un perro por su amo. ¿Se trata de un amor más completo y puro?"

     Francisco Martín Ruiz

1 comentario:

  1. Muy bien, don francisco: tan filosófico como de costumbre. Enhorabuena, me han dicho que coordinaste la sesión muy bien Abrazos. Paco Torres

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