lunes, 16 de abril de 2018

Doctor Glas, de H, Söderberg. Club de lectura de Abril

Por Asunción Cabello López

¿Quién es el doctor Glas?

Averiguarlo puede costar toda una vida.
Sabemos, eso sí, que nos llega su estampa desde Estocolmo del XIX a nuestro espacio mental de hoy, mientras escribe un diario cara a la ventana de una habitación sobre suelo de voces mudas, anotando en un diario ciertas reflexiones, sin pudor, de hombre incompleto.

Le preguntamos si se ha enamorado alguna vez. Dice que sí, lo reflejan las hojas que no piensa leer mañana, ni las de mañana pasado tal día. De junio a octubre nos relata, entre otras cosas, la repugnancia que siente por el sexo desde que supo, durante un recreo de colegio, cómo se fabrican los niños. ¿Acaso asoma a sus palabras cierta tendencia homosexual?, no lo creemos. Ya nos avisó del asco que sentía de niño cuando su padre, desnudo, se empeñaba en enseñarlo a nadar. ¿Hetero?, tampoco, aunque trate de fascinarnos con el sentimental recuerdo de un corto enamoramiento juvenil una noche de S. Juan que no llegó a nada. Tiene treinta años y aun no ha dormido con mujer. ¿Se podría catalogar de asexuado? Sentimos ganas de alertarlo ante este posible descubrimiento. No podemos.
El autor no lo hubiera consentido, su criatura pertenece al mundo de Freud.

¿Qué puede pasar si un doctor virgen, inteligente, erudito, solitario, introspectivo, poco escrupuloso, nada creyente, enfrenta los terribles temas de la humanidad: aborto, eutanasia, asesinato? ¡De todo!

Un desasosiego progresivo nos fue sumergiendo en obsesiones varias del protagonista. Glas nos ilustró de su desprecio a mujeres casadas que engordan y se desentienden de su belleza primaria cuando consiguen marido e hijos. Pavoneó su orgullo de haber sido el más listo en los estudios, acabando la carrera muy joven, perdiendo todo interés en promocionarse más tarde. Nombró a su familia con cierto aire despectivo. Aseguró aborrecer los nacimientos, considerándolos repugnantes. Cree sentirse poderoso desde su posición de doctor-Dios.

Pero, ¿a qué juega realmente el personaje de Söderberg?

Su juego es sencillo, manifiesta al mundo profesionalidad, buenos modales, elegancia; hace siempre lo correcto. Asegura ser un buen partido para cualquier joven burguesa, incluso tontea con la idea de casarse, pero, ¿qué ocurre en los entresijos cerebrales del doctor Glas? ¿Acaso no está decidido evitar, a cualquier precio, encuentros sexuales entre Gregorius y su cónyuge? El embrujamiento que llega a sentir por la infiel del clérigo es inevitable. Ella, Helga de nombre, no duda en manifestar su deseo libidinoso hacia el hombre guapo, joven, aventurero que la posee en la clandestinidad. Glas, que la oye en la penumbra de una habitación cuya ventana deja entrar la noche sueca de ramalazos azules, silencio de tumbas bajo cristales a medio cerrar, siente llenar su corazón de un amor apabullante por el que se deja llevar, prometiendo lo imposible con el código deontológico en la mano.

La elección de alejamiento nos empujó a tomar posiciones: Apoyamos la reprimenda al marido abusador de respetar a su señora durante seis meses bajo empeoramiento de una "falsa" enfermedad peligrosa. Sin resultado a tan determinante prohibición, nos pareció estupendo que atacara a su propia salud, enviándole a un balneario a reponerse de una "simulada" dolencia cardiaca grave.

Glas consigue una tregua que emplea en relaciones ligeras con tres amigos de ayer, comentar meriendas en los duelos de su ama de llaves, ver pasear a la mujer, que pide su liberación, con su apuesto amante.

El diario oculto al siglo XIX, expuesto al XXI, avanza con acciones de omisión: abortos que pudieron liberar a mujeres de desgracias posteriores al parto. Reencuentro de ciertas píldoras rojas de cianuro, creadas para suicidio propio, según llegara alguna enfermedad denigrante...

Mientras escribe sin sueño, Glas observa la luna grande en un cielo azul negado a la noche. Pasea temprano por la ciudad de Estocolmo. Ningún lugar en el mundo le atrae más que esas calles transitadas por su imagen durante años. Siente, cumplido los treinta en soledad de mujer, que el goce en pareja le es negado.

¿Qué desea Glas con tanto anhelo?

¿Acaso creyó en algún momento que su objeto de deseo, una vez abandonado por el ardoroso Recke, se echaría en brazos de un hombre poco agraciado, además de no haber cohabitado nunca?

El autor no acusa, expone una actitud trastornada en un hombre manipulador de sus razones, según le convengan, sin culpa.

El asesinato del clérigo Gregorius nos lo canta Söderberg desde las primeras paginas.

13/abril/2018


VIDA Y OBRA DEL AUTOR

Hjalmar Söderberg (2 de julio de 1869 en Estocolmo—14 de octubre de 1941 en Copenhague) fue un escritor sueco de fin de siècle. Es uno de los autores suecos más leídos y populares en el siglo XX.
Söderberg nació en Estocolmo en una familia de funcionarios, donde creció. Tras un corto periodo de estudio en la Universidad de Upsala, empezó a trabajar de periodista en provincias, primero en Kristianstad y más tarde en Estocolmo, donde escribió para el diario Svenska Dagbladet. Pero regresó pronto a Estocolmo, pues la gran ciudad le atraía.
Su primer libro, Förvillelser, de 1895, pertenece más bien al género de la literatura de paseante propia del llamado fin-de-siècle. En él Söderberg describe a los vagabundos desilusionados y el ánimo decadente. El relato consiste en una serie de descripciones del Estocolmo de fin de siglo. Ya en la colección de cuentos Historietter, de 1898, Södeberg encontró su estilo particular: claro, preciso, corto y ligeramente irónico.
Y con su novela Martin Bircks ungdom (La juventud de Martin Birck, 1901) se muestra claramente al autor: describe la infancia, los años de estudio y la vida de un joven funcionario de Estocolmo de finales de siglo, con claros ecos autobiográficos.
Doktor Glas, novela publicada en 1905, es acaso la obra maestra de Söderberg. Está centrada en la visión en primer persona de una mujer, en el verano de Estocolmo, y es un relato inquietante. La novela, en la que el autor exculpa un asesinato bajo ciertas circunstancias, provocó un escándalo entre el sector conservador. Ataca aquí a las gentes autoritarias y represivas. La novela ha sido editada dos veces en España, siempre en versión de Gabriel Ferrater, y no traducida directamente del original sueco.
Tras su primera novela había sido ya acusado de corromper las costumbres y el buen gusto y fue aborrecido en los círculos conservadores. Söderberg había contraído matrimonio en 1899 con Märta Abenius, con la que tuvo tres hijos: Dora (1899), Tom (1900) y Mikael (1903). A causa del crecimiento de su familia, lo que ganaba como periodista y escritor no le llegaban para sostener el estilo de vida burgués y cayó en dificultades económicas, que se agravaron cuando su matrimonio se disolvió un año más tarde.
Gertrud
Poco después, Söderberg terminó con un largo romance con Maria von Platen (1871-1959) que había tenido mientras estaba casado desde 1903. Las vivencias que tuvo con Maria von Platen —mujer que tuvo luego varios romances con escritores— en este periodo, desembocaron en el drama Gertrud (1906); ahí narra las vicisitudes de Gertrud, mujer madura, casada e idealista, cuyas experiencias sentimentales se ven abocadas al fracaso, como comprueba dolorosamente al separarse de su marido, un conocido político pragmático, y enamorarse de un joven músico, que está replegado en sí mismo.
En 1964, Carl Theodor Dreyer rodó en Dinamarca la película homónima, con la actriz Nina Pens Rode (fue premiada en 1965, en Venecia).
El juego serio
Acaso también como consecuencia de sus avatares amorosos, Söderberg escribió su tercera y última novela Den allvarsamma leken (El juego serio, 1912), una de las más importantes de la literatura sueca de principios de siglo. Es de nuevo una historia de amor y fatalidad, narrada concisamente, sin exceso retórico alguno, desde la perspectiva masculina: Arvid es un periodista que rompe con su familia.
Plantea de nuevo un dilema moral y vital, situado en Estocolmo. Pero está lena de digresiones, a veces criticadas pero interesantes, como por ejemplo la narración de sucesos tales como la guerra entre España y EE UU, el punzante caso Dreyfus, o la guerra ruso-japonesa. Pues en realidad describe treinta años de vida sueca.1
Se mudó a Copenhague en 1906, primero en forma temporal, para alejarse, pero se instaló definitivamente en la capital danesa: conoció allí a la danesa Emilie Voss, con la tuvo un hijo en 1910; y se casó con ella en 1917, iniciando una vida apacible, que no dio ya frutos narrativos.2 Por lo que hace a sus problemas económicos, la editorial Bonnier le adelantó dinero, pero sobre todo dependió de las ayudas de su amigo y mecenas Ernest Thiel.
Luego, escribió sobre temas religiosos y sociales. Su empeño político se dirigió sobre todo contra el ascenso del fascismo, que combatió sobre todo en sus artículos en Göteborgs Handels- och Sjöfartstidning. Fue un verdadero "diario" contra la ocupación alemana. Murió en Copenhague, en 1941.

A pesar de ser uno de los autores más significativos de la literatura sueca, en España es todavía un gran desconocido, y las dos traducciones de sus novelas más importantes ("Doctor Glas" y "El juego serio") no han sido efectuadas directamente del original sueco, sino de lenguas intermedias como el alemán y el inglés
.

1 comentario:

  1. Me llama especialmente la atención los temas que plantea la novela: feminismo, eutanasia, embrutecimiento familiar e hipocresía religiosa.Temas,algunos de ellos, impensables en la literatura de la mayoría de la Europa de la época.No se como fue la reunión, pero es un libro sobre el que me hubiera
    gustado mucho escuchar los comentarios. Enhorabuena por tu comentario, me alegro de que ya estés en forma. Abrazos.

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