Gracias al artículo de Rosa Montero “La libertad de ser uno
mismo” http://elpais.com/diario/2011/04/02/babelia/1301703165_850215.html , me picó el gusanillo por leer esta novela.
Estaba a su acecho, cuando vi “CALIGRAFÍA DE LOS SUEÑOS” en la lista de
novedades de la biblioteca. Ya solo era cuestión de tiempo poderla cazar.
Se
refiere Rosa Montero en su artículo, a la aparente falta de pretensiones de
Juan Marsé, tanto hacia el mercado literario como hacia
el “qué dirán” los entendidos. Comenta que el autor forma parte del tipo de
escritores ERIZO porque se “enroscan sobre sí mismos y siempre escriben la
misma historia”. La vida del protagonista Ringo, un chaval del barrio de
Gracia, en la Barcelona de los años 40, guarda mucho parecido con la propia
vida de su autor.
El hilo
conductor de la novela es la desventurada relación amorosa entre la voluptuosa
señora Mir y su amante, un exfutbolista
cojo. De hecho, la novela comienza con el aparente intento de suicidio de esta
vecina que “no ha sabido preservar su intimidad” y es carne de cotilleo en el
barrio.
Los ojos y los oídos de Ringo, un muchacho solitario, siempre con un
libro bajo el brazo o en el bolsillo, son
el radar para detectar las sutiles corrientes de vida dentro del ambiente enrarecido de la
postguerra. Las limitaciones políticas y económicas, que en cualquier otra
ciudad española serían un marco oscuro y
pesado, en la Barcelona de esta novela no es más que un manto casposo, “una
plaga de ratas azules” que la ciudad terminará sacudiéndose.
Después
de leerla no puedo dejar de agradecerle a Rosa Montero que sea la culpable de
mi primera lectura de Juan Marsé, a quien sin duda volveré.
Matilde Marín