miércoles, 29 de mayo de 2013


NOVEDADES BIBLIOTECA MUNICIPALES DE MÁLAGA MES DE MAYO DE 2013
AUTORTÍTULOEDITORIAL
JAVIER SIERRAEL MAESTRO DEL PRADOPLANETA
ILDEFONSO FALCONESLA REINA DESCALZAGRIJALBO
SERGIO VILA-SANJUANESTABA EN EL AIREDESTINO
A. MUÑOZ MOLINATODO LO QUE ERA SÓLIDOSEIX BARRAL
PABLO ARANDALOS SOLDADOSEL ALEPH
ROSA MONTEROLA RIDÍCULA IDEA DE NO VOLVER A VERTESEIX BARRAL
ALBERT ESPINOSABRÚJULAS QUE BUSCAN SONRISASGRIJALBO
PAOLO JORDANOEL CUERPO HUMANOSALAMANDRA
KATE MORTONEL CUMPLEAÑOS SECRETOSUMA DE LETRAS
JORGE MOLISTTIEMPO DE CENIZASTEMAS DE HOY
ANA ITURGAIZACORDES DE SEDAVERGARA
ROSA REGÀSMÚSICA DE CÁMARASEIX BARRAL
SARAH LARKLA ISLA DE LAS MIL FUENTESEDICIONES B
CARMEN POSADASEL TESTIGO INVISIBLEPLANETA
CHRSITOPHER MORLEYLA LIBRERÍA ENCANTADAPERIFERICA
KATHERINA PANCOLUN BAILE MÁSLA ESFERA DE LOS LIBROS
NORA ROBERTS EL PRIMER Y ÚLTIMO AMORPLAZA & JANÉS
MARÍA J. JORDÀDESCUBRIENDO EL MÁGICO MUNDO DE
FRANCISCO DE GOYA
OCÉANO
MARÍA J. JORDÀDESCUBRIENDO EL MÁGICO MUNDO DE
PICASSO
OCÉANO
BLUE JEANSNO SONRÍAS QUE ME ENAMOROPLANETA
LAURA GALLEGOEL LIBRO DE LOS PORTALESMINOTAURO
GERONIMO STILTONLAS AVENTURAS DEL REY ARTUROPLANETA
CARLOS SISIPANTEÓNMINOTAURO
M. ENDE LA HISTORIA INTERMINABLEALFAGUARA

lunes, 27 de mayo de 2013

LLUVIA PÚRPURA. LOS RELATOS DE BEGOÑA RAMÍREZ Y FRANCISCO JAVIER MARTÍN.


Conocí a Begoña y Francisco Javier cuando comencé a asistir, hace unos años a la tertulia literaria en la Casa de las Palabras, en Nerja. Soliamos reunirnos todos los miércoles por la noche para leer los relatos que habíamos escrito en los días precedentes, basados en los temas elegidos la semana anterior. Solían ser reuniones muy divertidas, en las que uno rebajaba las tensiones del día a través de la literatura. Era habitual escuchar narraciones muy bien escritas y de contenido muy interesante. Basándose en estas premisas, hoy día funciona la tertulia Entrelíneas, que sigue reuniéndose casi todos los viernes en el Centro Clara Campoamor de Nerja.

Lluvia púrpura surge de estas experiencias. Siendo una pareja con las mismas inquietudes literarias, Begoña y Javier han decidido reunir una selección de sus mejores cuentos en un volumen que prologa el también escritor José Guerrero Ruiz. He aquí el texto que leí como presentación el viernes pasado en la biblioteca:

"Lluvia púrpura es un libro escrito a dos manos, insertando alternativamente un cuento de cada uno de ellos en sus páginas, dando lugar a un experimento muy interesante. Es como ser testigo de un partido de tenis en el que los contendientes gozaran de idénticas fuerzas y cuyos raquetazos no estuvieran destinados a vencer al otro, sino a que le devolviera la pelota de la forma más espectacular posible: un partido de tenis cooperativo, cuyo premio es la literatura.
En palabras del prologuista, José Guerrero:


“Begoña y Fco Javier asumen la loable tarea de ir modelando, golpe a golpe, beso a beso, frase a frase, suspiro a suspiro, un policromado abanico de aventuras y personajes reales en los relatos, en una esplendorosa lluvia de sensaciones y matices, donde prevalece el color púrpura, una lluvia única con tintes violáceos y morados, que se desvive por regar los campos, las membranas cerebrales y las raíces más hondas de la existencia, haciendo brotar con nueva savia las exigencias más genuinas del ser humano, tales como lealtad, solidaridad, hidalguía en entregas altruistas, por amor al arte, en pro del disfrute de la humanidad, exhalando puntuales dosis de bienestar anímico, esperanza, sosiego, cordura (…)”


Los cuentos de Begoña gozan de un aliento poético, son fábulas de una gran observadora de los males de nuestro tiempo: denuncia las injusticias cotidianas y las hipocresías del poder, sin olvidar nunca los conflictos íntimos, que son a la postre los pequeños estímulos que hacen avanzar a la humanidad. Son relatos breves, en los que se condensan vidas que han de ser redimidas. A Francisco Javier, siendo también un filósofo, le interesa más la historia (no hay más que leer su magnífica novela La muerte roja, ambientada en la Almuñecar del Imperio Romano) acercándose a menudo al pasado árabe de Al-Andalus. Sus relatos siempre sorprenden por su originalidad: es capaz de ser esotérico e irónico a la vez, pero siempre profundamente humano.


La meta de estos dos grandes escritores es la misma que la de la tertulia en la que participan, Entrelíneas, que la literatura no es una actividad reservada a las élites, sino que está al alcance de todos y que, ejerciendo la escritura como una actividad a la vez íntima y social, al final podemos aportar nuestra pequeña rama al gran árbol de la literatura."

La lectura de algunos de sus cuentos (estupendamente interpretados por nuestra compañera Cecilia) fue el momento culminante de un acto seguido con un gran interés por el público asistente, que pudo constatar la calidad literaria de los escritos de esta pareja granadina, capaces de construir un cuento a partir de prácticamente cualquier tema o anécdota. Nos contaron sus secretos para ser tan prolíficos y recordamos algunas anécdotas de los tiempos en los que yo acudía a Nerja. Terminamos el acto con el compromiso de reunirnos ambos grupos algún viernes en el centro Clara Campoamor y participar en la tertulia en una terracita frente al mar. 

lunes, 20 de mayo de 2013

LA CABEZA PERDIDA DE DAMASCENO MONTEIRO.


  Cuando un autor muy reconocido, como es el caso de Antonio Tabucchi, aborda el género policiaco (o "criminal") siempre se arriesga a recibir críticas tanto de sus seguidores de siempre, un tanto desorientados, como de los amantes del género, muy exigentes en cuanto a las características propias del género.
  
  Eso ha sucedido un poco durante nuestro encuentro con esta novela, que nadie ha calificado de mala ni aburrida, pero que hemos preferido discutir a partir del tema central del argumento: cómo la sociedad civil se enfrenta al abuso de poder de las autoridades, en este caso, una trama de corrupción policial. Tabucchi introduce un personaje que lleva adelante la mayor parte de la tarea “filosófica” con sus disertaciones a la vez rupturistas y escépticas. 

   A fin de ilustrarnos un poco, el debate abordó el tema, presentado por el personaje “filosófico” de la novela, de la “Grundnorm”, un concepto de teoría jurídica inventado por el sabio Hans Kelsen, que en el argumento de la novela, y referido al crimen cometido contra un pobre inocente por unos policías corruptos pertenecientes a la poderosa Guardia Nacional portuguesa (equivalente, más o menos, a la Guardia Civil española o a la Gendarmería francesa), vendría a ser algo “auténticamente kafkiano, es la Norma que nos enreda a todos y de la cual, aunque le pueda parecer incongruente, se deriva la prepotencia de un señorito que se cree con derecho a azotar a una puta. Las vías de la Grundnorm son infinitas (…) la Guardia Nacional es una institución militar, se trata precisamente de una perfecta encarnación de la Grundnorm”. Lo que nos lleva a comprender que estamos hablando de algo parecido a la “Razón de Estado” y lo que supondría el necesario abuso de ciertos estamentos de poder a fin de que se mantenga la solidez del sistema legal.

  Y como nosotros no somos ni teóricos juristas, ni ciudadanos portugueses, pero sí españoles, el asunto nos dio para un intenso debate y las correspondientes escépticas conclusiones.


Francisco Martín.

martes, 14 de mayo de 2013

LOS PUENTES DE MADISON.



El lector que se asome a Los puentes de Madison Country, la novela de Robert James Waller, buscando la misma magia que transmite la adaptación cinematográfica de Clint Eastwood seguramente se sentirá decepcionado. La de Waller es una narración muy convencional e incluso el proceso de enamoramiento que describe es poco creible. Algunas de sus escenas son memorables, pero no por su intensidad literaria, sino por los excesos descriptivos en los que incurre:

"Por Dios, ¿qué había en ese hombre? Era como un ser de otro planeta que hubiera llegado en la cola de un cometa y hubiera caído en el extremo de un sendero."

Y esta otra:

"Ella, que desde hacía años no tenía orgasmos, los tenía ahora en largas secuencias con ese ser que era mitad hombre y mitad otra criatura. Francesca se preguntaba cómo él resistía tanto, y Robert le dijo que podía llegar a los orgasmos de la mente lo mismo que a los físicos, y que los orgasmos de la mente tenían un carácter especial."

Uno de los secretos por lo que la película es tan recordada es la capacidad de sus dos grandísimos intérpretes para transmitir emociones. Robert y Francesca son dos seres con vidas convencionales, de ahí el secreto de la credibilidad de su historia amorosa. Robert es un solitario que se gana la vida como fotógrafo y que está convencido de que su encuentro con Francesca es una ocasión excepcional que se da solo una vez en la vida. Ella es una madre de familia que ha tenido que renunciar a muchos de sus sueños a cambio de una vida apacible en la idílica Iowa, donde impera una mentalidad conservadora que condena a aquel que se atreve a salirse de las convenciones. Francesca se enamora profundamente de Robert en los cuatro días que pasan juntos y estos cuatro días son los que van a dar sentido al resto de su existencia. Todo sería más fácil si Francesca fuera una mujer maltratada o meramente infeliz, pero lo cierto es que no puede quejarse de su vida, de su marido o de sus hijos y escaparse con Robert significaría condenarlos a una cruel estigmatización social.

Esta es la tragedia de Los puentes de Madison. Un hombre y una mujer que se encuentran, comprenden que se necesitan el uno al otro y no pueden estar juntos. La historia en la que se basa podía haber dado lugar a una película cursi y sentimentaloide y sin embargo Eastwood le imprime un caracter íntimo y humanista, muy acorde con los paisajes de Madison Country que muestra con una preciosa fotografía. Bien es cierto que si el amor de Robert y Francesca es puro y perfecto es porque ha durado tan solo cuatro días y no ha estado sometido al desgaste de lo cotidiano. A ellos dos les hubiera gustado tener la oportunidad de ponerlo a prueba, pero al menos, como consuelo, construyen una mitología íntima en la que esos días son sagrados y su enamoramiento adquiere un carácter metafísico y, por ello, imborrable.