martes, 25 de octubre de 2011

Club de lectura: IMPRESIONES SOBRE "MIL SOLES ESPLÉNDIDOS"


"Mil soles espléndidos" es, por encima de todo, un testimonio del Afganistán contemporáneo y su violenta historia. La novela está escrita en un lenguaje sencillo y asequible y desarrolla una trama dramática centrada, sobre todo, en una historia de amor y otra de amistad entre mujeres que soportan la violencia y los abusos masculinos (entre otros abusos). Su gran éxito mundial sin duda se encuentra en esa sencillez y en el testimonio acerca de un país muy lejano, muy ignorado, y que por una serie de avatares ha adquirido relevancia mediática.


No es raro que autores "exóticos" tengan gran éxito en el mundo entero y, puesto que la calidad literaria en este caso no explica este éxito pero tampoco debe hacer minusvalorar el testimonio, lo que queda es analizar lo hace esta novela peculiar con respecto a otras de autores igualmente "exóticos" (propiamente asiáticos y musulmanes) como Salman Rushdie, Amin Maalouf o Kenizé Mourad.

Algo que llama la atención es que no hay ningún intento por parte del autor de conciliar la crítica a la violencia de su país con una reivindicación de la propia idiosincracia opuesta a los modelos occidentales. Esto es raro. Normalmente, cuando se critica, sobre todo, al fundamentalismo islámico, se suele añadir la precaución de que estos excesos son consecuencia de los abusos del imperialismo occidental y que las reivindicaciones de libertad y democracia no tienen como origen culturas extranjeras, sino que se trata de valores que ellos ya habían descubierto mucho antes (pero que precisamente no pudieron desarrollarse como consecuencia de los abusos occidentales). El señor Hosseini parece haberse olvidado de este añadido tan habitual. Igualmente, se agradece que no tome partido por ninguna de las facciones armadas de Afganistan, hasta el punto que sus protanistas, incluido el joven enamorado, aparecen como víctimas pasivas y no heroicos luchadores. Además, hay pocos personajes, y por tanto no hay oportunidad de que se muestren como estereotipos de una u otra postura. Ni siquiera está muy claro por qué los afganos lucharon contra los soviéticos.

Y una anécdota que aparece en el libro y que me pareció estupenda y muy auténtica: el éxito en la clandestinidad del vídeo de la película "Titanic" en la arruinada ciudad de Kabul bajo dominio talibán. Al mismo tiempo evasión y deseo de buscar una imagen mítica, glamourosa, de la propia tragedia sórdida y olvidada de cada día. Pensemos en la sensación que causó "Lo que el viento se llevó" en la España de la posguerra.

Francisco Martín.  

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