Edurne Portela, nacida en el
País Vasco en 1974, fue profesora de literatura hispánica en la universidad de
Carolina del Norte en Chapel Hill. Hasta
2015 fue profesora titular en Pensilvania. En 2016 publicó “El eco de los disparos: cultura y memoria de la
violencia”, trata sobre ETA. Se caracterizan sus obras por tratar la
violencia en sus múltiples facetas.
“Formas de estar lejos” está muy bien escrito y a pesar de empezar
casi por el final no pierde el interés. Nos cuenta la relación de pareja de una
becaria española que se va a Norteamérica a hacer un doctorado. Allí conoce a
un chico de una familia con padre muy racista, machista y violento.
Ella es hija única de una familia española de clase
media. A pesar de que nos cuenta muchas cosas tanto de su familia, y su
relación con ella, como de la familia de su pareja, el principal tema es el
maltrato. Las descripciones del miedo
son tan reales que llegas a sentirlo.
Está escrito por capítulos, lo que hace que su lectura
sea más fácil. Trata la violencia, en este caso hacia la mujer, con ejemplos
tanto de mujeres mayores, como la madre de Matty, el marido de Alicia la
protagonista, como la propia protagonista que es una joven guapa y culta.
También nos relata la violencia en la universidad
hacia las alumnas por parte de sus compañeros y profesores. En este caso, la
violencia es sexual. Creo recordar que casos como los que cuentan salieron en
la prensa hace unos años; las
autoridades académicas hacen oídos sordos hacia los agresores, tanto alumnos
como profesores.
Otro detalle que se da en la vida real es cómo no
dejas de sentir miedo y te sientes amenazada por el maltratador durante toda la
vida. Incluso después de estar separada y con orden de alejamiento no deja de
perseguirte. Crea un ambiente que te
cala sin recrearse en exceso en escenas violentas.
No quiero dejar de decir aquí una frase que pensé
muchas veces y aquí lo vi claro y es: ”la mujeres que sufren maltratos físicos son las más fuertes, se
llega al maltrato físico cuando no se consiguió dominarlas con el psicológico”.
Matty,
procede de una familia conflictiva, cuyo padre tenía atemorizada a la madre y a
los hermanos. Ella, Alicia, era de una acomodada familia vasca.
Termina su
carrera y se trasladan de Ciudad, para empezar una nueva vida,
comprándose una casa. Él, es analista de sistemas y trabaja en un banco y ella
da clase en la Universidad. Y empiezan las discrepancias, dejando ver la cara
del maltratador, frente a una mujer que cree que va a cambiar. Tras años
de muy difícil convivencia, tuvo que pedir una orden de alejamiento, y
vivir atemorizada dentro de su casa hasta poder regresar a Europa.
Lo que más
me ha impactado del libro es el análisis psicológico, de los puntos de vista
diferentes, que tienen la persona que está sufriendo maltratos (miedo y
pánico), y el que los causa, (autojustificando su abominable forma de actuar)
....
Un buen
libro, de lectura amena, y que te hace reflexionar en lo complicadas que a
veces se vuelven las relaciones..
Estupenda
novela, bien escrita, con una prosa dinámica. Se van turnando los capítulos del
narrador, Alicia y Matti. Cada uno, con su punto de vista, va dando una
perspectiva de la historia.
En el
comienzo o final, según se mire, ya me he enganchado.
Edurne nos
habla de la violencia en sus diferentes facetas.
Pinceladas
referidas a ETA, a la homosexualidad, a la obesidad, al racismo ...
Nos
presenta un maltrato que aunque no sea explícito no por ello es menos
dañino.
Hay una
tendencia a manifestar descontento, a exigir sin que parezca que se exige,
hacer que se sienta culpable de faltas minúsculas ante una reacción
desproporcionada, ir socavando la seguridad en una misma.
Alicia
queda paralizada, el miedo, las disculpas, asumir que la culpa de todo es suya,
ceder ante las presiones de él.
Matty
ejerce un control económico, psicológico, social y hasta sexual.
Ninguna
mujer está libre de caer en semejante situación.
Afortunadamente,
abre los ojos, se divorcia y vuelve a casa.
Ojalá todas
las personas maltratadas tuviesen ese final "feliz".
En esta
novela Edurne Portela nos sitúa desde el primer momento frente a una mujer que,
vencida por el miedo a su agresor, se refugia en un armario. No sabemos cómo ha
llegado hasta allí, pero ella nos lo va desgranando con palabras, silencios y
gestos inequívocos de maltrato, físicos y psicológicos.
Desde el
inicio, Alicia, la protagonista se nos presenta con unas frases muy
esclarecedoras: No podría decir cuándo empezó todo. Cuando mi vida
comenzó a torcerse y esa que fui dejó de existir y se convirtió en una mujer
que se encerraba a llorar en un armario. Y todo lo que vino después.
A pesar de que la violencia de género es el eje principal de la novela, hay
otras violencias raciales y laborales que también forman parte de la historia.
Su
argumento es el de la evolución de una pareja, Alicia y Matty, y sus
caminos que se bifurcan con cada discusión. Los reproches, unos tácitos y otros
manifiestos, definen paso a paso la insatisfacción que se va instalando entre
ellos. Hay frases lapidarias que nos muestran la erosión de la convivencia, la
paulatina pérdida del amor y cómo ese deterioro hace mella en la autoestima de
Alicia y su identidad.
Lo que más
me ha gustado de este libro es precisamente cómo la autora ha enfocado este
tema tan duro. Nos lo muestra todo de una forma sutil, sin regodearse en lo
agresivo. Detalla situaciones terribles sólo con la evidencia de algunas
certeras pinceladas literarias. Al parecer, en alguna entrevista, la escritora
explicó que rechazaba incluir escenas de violencia gratuita que
pudieran servir para satisfacer cierto morbo del lector. Ante tantas
escritoras y escritores que pretenden justo lo contrario, esta forma de
escribir tiene un doble mérito.
Primavera se titula su último capítulo. Es un final con esperanza, aunque
antes de marcharse hacia su nuevo destino Alicia nos cuenta, casi como un
resumen, esa parte de su vida y sus sentimientos más profundos: Tengo
la sensación que mi biografía secreta pertenece a otra, a una mujer en la que
no me reconozco, no me quiero reconocer, no quiero que otros me reconozcan.
Y aunque
haya intentado romper con ella, aunque esté a punto de comenzar una nueva vida,
ésa otra siempre estará agazapada dentro de mí.
Juan e Isabel; unas estupendas reseñas donde no dejáis de mencionar todos los aspectos importantes de esta magnífica novela.Muchas gracias compis. Esperanza
ResponderEliminarGracias a quienes comparten sus opiniones en éste blog porque ayuda a recordar el argumento y también amplia la visión de la novela...las recesiones son muy buenas y el lenguaje de Esperanza magnífico
ResponderEliminarMaría, cuando comenté la reseña todavía no estaba colgada tu opinión sobre el libro. Enhorabuena, me parece muy buena y certera. Esperanza.
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