Por Amelia de los Ríos
El libro se centra en el poder transformador de la
literatura y la educación. Alfonso no solo enseña, sino que se involucra en la
vida de Marcos, ayudándolo a encontrar su camino en un momento crítico. Pedro Ramos,
al compartir su propia experiencia con un padre alcohólico y con profesores
inspiradores, resalta la importancia de aquellas personas que, a través de
pequeños gestos cotidianos, pueden cambiar vidas. La novela es un homenaje a la
lectura y una reflexión sobre el papel de los educadores en la sociedad actual.
El estilo de la narración, con el uso de diferentes tipografías para distinguir las voces de Alfonso y Marcos, agrega profundidad a la historia, haciendo que se sienta la tensión y la evolución de ambos personajes, que te atrapa desde la primera página. En última instancia, "Las malas películas" es un canto al optimismo y a la esperanza en medio de la adversidad.
Quisiera terminar esta reseña como empieza el libro “Nunca leemos dos veces el mismo texto. La lectura es siempre un dialogo con nosotros mismos a través del mensaje que el autor dejó fijado”.
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