Por Olga García Casaño
Desde una perspectiva infantil la autora expone temas tan duros como el
terrorismo, el alcoholismo del padre, la anorexia de una hermana, el acoso
escolar, la ruptura familiar, el abandono de una madre…. Todo narrado a través
de un niño de 10 años, Jaime, que va contando un verdadero drama con toques de
humor. La muerte de una de sus hermanas gemelas, Rose hace 5 años en un atentado
terrorista islámico en Londres rompe a una familia, separa a unos padres que no
se ponen de acuerdo ni de cómo enterrar a su hija lo que genera un reparto de
partes de su cuerpo. Provoca la separación de los padres y el abandono de la
familia por parte de la madre que pesa como una losa toda la novela. 
Un cambio de hogar, una
huída de la capital, parece ser el inicio del cambio pero nada más lejos de la
realidad. El padre apegado a su hija muerta Rose se refugia en el alcohol y en
el pasado dejando a sus otros dos hijos Jeime y Jas a la deriva pero marcando el
odio al pueblo musulmán al que culpa de la muerte de su hija. Pero a veces la
vida no te da lo quieres si no lo que necesitas y Jaime descubre la amistad e
incluso el amor en una niña musulmana.
Es una novela fresca,
fácil de leer, diría que hasta más destinada a un público juvenil. Personalmente
no me atrapó y me quedé con ganas de algo más pero hay que considerar que el
narrador tiene 10 años y eso suscitó el debate en el club de lectura de si la
autora hace trampa o no al usar un narrador tan joven que trata temas muy duros
con mucha superficialidad y sencillez. O simplemente quiso hacer qu su primera
novela fuese juvenil tratando estos temas tan ásperos de manera fresca e
ingenua. Conclusión, cada uno escribe como quiere.
Autora
Annabel Pitcher nació en 1982 en un pueblo de Yorkshire y estudió Filología Inglesa en la
universidad Oxford, y desde entonces ha trabajado en medios de comunicación
y como profesora de inglés. Su afán por escribir una novela le hizo viajar por el mundo,
tomando notas en autobuses peruanos, en el Amazonas y a la sombra de los templos vietnamitas,
lo que dio origen a esta novela. Actualmente vive en Yorkshire.
Otras obras
EL SILENCIO ES UN PEZ DE COLORES
NUBES DE KÉTCHUP
A pesar de ser un libro cuya voz narrativa lo enternece porque siempre lo juzgamos desde el punto de vista de un niño de diez años, toca temas duros y difíciles. Como comentamos en el club de lectura lo más fuerte es la sensación de abandono de ese niño que no se rinde para unir a su familia con la ayuda de su hermana Jas. Como lectores nunca sabremos si la autora quiso atraparnos con su primera novela o sencillamente así se lo inspiraron los personajes. Como bien dices, cada uno escribe como quiere y también los lectores tenemos múltiples interpretaciones para un mismo texto.
ResponderEliminarEsperanza.
Como decís, es una novela que abarca muchos temas pero que, según algunas opiniones, se queda en la epidermis de muchos de ellos. También hubo diferentes puntos de vista respecto a si ha sido más o menos acertada la perspectiva del narrador, con solo diez años, bien que hubo opiniones defendiendo la velocidad de maduración ante situaciones adversas (que los entendidos llaman “resiliencia”). De todas formas dio que hablar, que es un aspecto importante en una tertulia literaria.
ResponderEliminarEnhorabuena Olga por tu reseña
Efectivamente cada uno escribe como quiere pero, en mi opinión, si los escritores solo realizaran su obra bajo esta premisa, no tendría sentido publicar ni buscar el reconocimiento por parte del lector. Y cuando digo reconocimiento no me refiero al éxito de ventas, cualquier arte si no es reconocido por el público pierde parte de su sentido, pero en la escritura, a mi modo de ver, más que en ningún otro. Un libro que no lee nadie solo tiene sentido para su autor y entonces cabría preguntarse ¿para qué se ha publicado? Así mismo, en este caso, se cumpliría la afirmación del principio de este comentario.
ResponderEliminarEn cualquier caso, el libro que nos ocupa sí que llega a un determinado tipo de público. Quizás fuera ese el objetivo e la escritora.
Muchas gracias por la reseña, Olga
Efectivamente cada uno escribe como quiere,¿ o como puede?, sino que se lo digan a nuestro próximo autor, Míster Wollman; pero creo tambien que cada lector,por lo menos cuando ya es un lector consumado,sabe lo que busca en la lectura, al menos cuando lo encuentra: reconstruyendo a su modo y manera el texto mientras lo lee. Reconstrucción que a veces se hace incluso de espaldas al texto,aunque por sugerencia del mismo, y por supuesto del autor. Y ya se sabe, no hay dos lectores iguales. He ahí la razón de los clubes de lectura. Lo malo,según este lector, es cundo un autor, su texto, salvo un rato de entretenimiento, no aporta casi nada a un lector minimamente exigente. Lo siento más que un comentario, esto es un microensayo.
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