En la primera reunión tras el parón del verano, hemos tenido la suerte de que nos acompañara el autor, Santi Fernández, de la novela: Grietas.
Santi contestó amablemente
al aluvión de preguntas que le hicimos sobre su obra y las circunstancias de
sus personajes. Aunque, eso sí, en ningún momento adoptó pose de creador para
pontificar sobre los personajes y sus “particularidades”. Explicó con detalles cómo le había surgido la
idea de la novela y cómo había creado sus partes, la interpretación la dejó a
los lectores.
La obra nos pone desde las
primeras páginas ante un triángulo amoroso:
el narrador, en primera persona, la chica que se relaciona con él, Lucía y la pareja de ésta, Toni.
Toni, aunque siempre está
presente en la novela, es el otro para el narrador, es un personaje
prácticamente sin voz. Así que la relación narrativa se centra en los diálogos
entre narrador - chica y, sobre todo,
en lo que piensa él de ella y sobre el padecimiento que la atenaza: Lucía es
anoréxica.
Por otra parte, el
narrador es abordado en su domicilio por
su antigua pareja que, sin avisarle siquiera, le deja a la niña, bebe´, nacida
de su relación. Y lo hace con un incontestable: es tu hija, yo ya no quiero saber nada más de
ella. Él, que podría haber dejado a la
niña con sus abuelos maternos, da un paso adelante y decide hacerse cargo de su hija, una decisión valiente y
comprometida, teniendo en cuenta, además, que vive solo.
En cambio este poder de
decisión no funciona en el caso de su relación con Lucía, ¿o en el fondo él no
quiere que funcione? Mantiene con ella una relación más adictiva que otra cosa.
El sexo con Lucía es más o menos “furioso”- satisfactorio, y, lo más importante, compartir con ella, sin necesidad de
comentarlo, una intimidad, no compartida con nadie, respecto a su anorexia, es
un vínculo único para el narrador. Por lo menos es lo que él cree, y nosotros
leemos la novela a través de sus reflexiones. ¿Qué pensará ella?
Esto en cuanto a los
personajes principales, también hay otros secundarios que, como comprobará quien se ponga a la lectura de la novela, ayudan muy bien al andamiaje que nos presenta el autor.
Los temas de la obra, son,
entre otros, el político: el
movimiento denominado 15M, que surgió en 2011 y que el autor vivió desde
dentro. Las causas del descontento social: penuria laboral y pirateo
empresarial y el abuso de los poderes fácticos con la pasividad, cuando no
connivencia, de los políticos dirigentes.
El tema psicológico social:
las grietas que corroen la vida de
muchas personas, como Lucia, están planteadas en la novela como posible
consecuencia de estas sociedades industriales de lentejas en la mesa pero relaciones
humanas fallidas. Aquí la novela es muy freudiana.
En definitiva una
novela sobre nuestros tiempos y sus
lacras que de lo social van, como no, a lo personal.
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