El viernes 20 de septiembre hemos tenido la” rentrée”,
después del parón de agosto, del Club de lectura. Lo hemos hecho con un
encuentro con autor. Hemos vuelto, utilizando un lenguaje de cine, “con uno de los
nuestros”. Aunque en nuestro caso sea una: Asunción Cabello, compañera de
lecturas y comentarios en el ámbito de club de lectura y escritora en todos los
ámbitos. Comentamos, mejor dicho, preguntamos y ella comentó, su libro de relatos Bajad la voz.
Fue una sesión totalmente abierta, como corresponde a
aquellas sesiones en las que está el autor o autora. Pasamos un rato muy
agradable y, al menos para mí, instructivo. Asunción habló en profundidad, y
con la pasión que la caracteriza, sobre el proceso creativo de sus textos. Y se
detuvo especialmente en el detalle y desarrollo de aquellos relatos concretos
por los que fue preguntada, que lógicamente no pudieron ser todos. Estamos ante
cuarenta y una criaturas literarias, cada una con vida propia. Aquí voy a hacer
una pequeña digresión defensiva sobre los relatos en la literatura actual.
En nuestros lares el relato, como se llama ahora a
todo lo que no es novela, está bastante desprestigiado. Esto creo que se debe a
que se ha convertido en un cajón de sastre literario donde parece caber todo.
Respeto profundamente la iniciación en la senda
creativa de cualquier persona, y está bien que se aliente la vena artística del
personal. Lo que digo es que con tanto libro de relatos cuesta mucho distinguir
el grano de la paja. A quienes hemos disfrutado, y seguimos haciéndolo, con un
buen Cortazar, A. Bierce, O. Henry, Chejov, Quiroga, Moratín, Merino, etcétera,
etcétera y etcétera, no nos gusta mucho que tengamos quebraderos de cabeza para
buscar, entre lo que se publica actualmente,
una buena obra literaria con
textos de poca extensión.
Esta perorata, si se quiere, en defensa del relato viene a cuento, nunca mejor traído, porque en
el caso de la obra que nos ocupa, Bajad
la voz, sí estamos ante una buena obra literaria que, con tanta paja como
hay en el horizonte lector, puede pasar desapercibida. Os la detallo un poco.
La obra:
En cuanto al
contenido, son cuarenta y un relatos,
sin ningún tipo de conexión entre ellos; salvo el nombre de Raquel, alter ego
infantil de la autora, en los textos que este personaje protagoniza. La
extensión va desde una página, a otros que son casi una novela corta. El tiempo y el espacio narrativo
transcurren desde la postguerra, en la que está ambientado alguno, hasta
nuestra digital actualidad. Del argumento,
os hablaré un poco en general, pero de ninguno en particular. No hay nada que
se destripe antes que una historia corta, especialmente las que se centran en
un solo hecho.
Lo que sí puedo decir, a futuros posibles lectores, es
que no hay relato sin contenido;
recordad, son cuarenta y uno. Respecto a los asuntos tratados, todos
transcurren en la cotidianidad. Aunque no es el hecho cotidiano normalito lo
que se nos cuenta; supongo que eso no merecería ni ser narrado ni leído. La
autora ha optado, sin amedrentarse ante ningún tema, por mostrarnos, en la
mayoría de sus narraciones, el otro lado. En algunos casos, simplemente lo
opuesto al tópico; en otros, lo más
sórdido escondido en la “normalidad” y, por último, lo más oscuro al fondo, muy al fondo, del otro
lado de lo normal; allí donde no debería estar nunca ninguna persona. No hay límites: la maternidad como agobio, el
amor como equívoco y como desgracia, el estupor y el asco infantil ante sordideces
de los adultos; la familia, ah, la familia, como cárcel de competencias,
obligaciones angustiosas, vejaciones, abusos, ausencia del cariño que no llega.
La familia, lo mejor, pero también, para algunos, como nos muestra con dureza y
valentía Asunción, lo peor. No quiero terminar la reseña sin decir que desde
ese otro lado también se nos cuentan sorpresas positivas, por ejemplo la
paternidad como sentimiento total.
Hecho, normalmente, no atribuido al hombre.
Por todo eso, y más, pasen y lean, Bajad la voz, les puede zarandear un
poco, pero no muerde. Gracias Asunción.
Querido Paco:
ResponderEliminarMi agradecimiento sube al límite.
Solo tú podías hacer una reseña a "Bajad la voz" tan magnífica, debido a tus conocimientos y certera capacidad de comprensión lectora. Gracias, muchas gracias, Paco, amigo siempre.
Un libro necesario, que hay que leer. Unos relatos que hace qque nos planteémos muchas preguntas como lectores. Enhorabuena, Asunción, por dejarnos esta magnífica obra.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Purificación, por un comentario tan bonito.
EliminarMuchas gracias, Paco. Magnífica reseña. Un abrazo.
ResponderEliminarEl libro de Asunción hace un largo y profundo recorrido por los sentimientos humanos, nos cuenta verdades increíbles y escarba en el trasfondo de lo imaginario dándole realismo.
ResponderEliminarSus personajes, como ella dice, están vivos porque se identifican con las vivencias que relata y porque nos identificamos con ellos.
Es un libro magnífico, mis felicitaciones a Asunción.