En “Madre de leche y
miel“, escrita por NAJAT EL HACHMI , Fátima, una mujer nacida en el Rif que ha emigrado a Cataluña con su hija,
vuelve de visita a su casa familiar al cabo de varios años y cuenta a sus
hermanas lo que ha vivido.
En este relato oral ambientado en dos países, con un lenguaje sencillo, avanzando y retrocediendo en el tiempo, Fátima va alternando las vivencias de su pasado más remoto (en Marruecos) con su pasado más cercano (y al final su presente) en España - Cataluña.
Empatizamos desde el
principio con Fátima, que poco a poco nos va envolviendo en un relato que nos
cuesta digerir porque nos duele, nos entristece y nos indigna. Nos habla de las
enormes dificultades que tienen que sortear las mujeres musulmanas a lo largo
de toda su vida. Una intensa narración desde el punto de vista de una mujer
musulmana.
Esta novela nos muestra
una de los millones de vidas de mujeres musulmanas y nos acerca a creencias,
costumbres y tradiciones del mundo islámico.
Evidencia un tipo de cultura que impera en muchos países donde el
desprecio a la mujer es el pan nuestro de cada día. Donde la mujer está
vigilada, controlada, sometida e incluso también a las normas particulares de
cada casa. Donde, como se dijo en nuestra reunión, la mujer tiene una identidad
difusa, no es nadie si no es con otro ( como hija, como esposa, como suegra…)
no tiene una identidad propia.
También nos invita a
reflexionar sobre posturas extremistas, la falta de libertad, la discriminación,
la necesidad de ser respetado, aceptado y el temor a ser rechazado y expulsado
del grupo de origen.
“Madre de leche y miel “ también nos transporta al mundo de la inmigración. Nos habla de la dureza de empezar una nueva vida en un país del que no se conoce la lengua y que no tiene nada que ver con todo lo que nos han inculcado anteriormente. Un nuevo mundo de costumbres occidentales que ven irreconciliables con las suyas, una nueva cultura a la que no intentan adaptarse en la mayoría de los casos y que como en el caso de Fátima nunca llegarán a comprender del todo. Un nuevo país, dónde siguen practicando las normas religiosas y culturales del lugar del que provienen… y así se siguen perpetuando estos roles establecidos hace cientos de años , esta realidad demoledora que viven algunas mujeres musulmanas dentro y fuera de sus fronteras.
Finalmente mencionar ese final inesperado y esperanzador en el que Sara Sqali, hija de Fátima, (que en mi opinión representa a esas mujeres marroquíes criadas en España que quieren romper con algunos valores de la cultura islámica y adaptarse a los de la sociedad en la que viven) se marcha, y aunque sentimos tristeza a la vez nos alegra y nos llena de esperanza porque rompe la cadena de transmisión. Con esa huida consigue salir de su entorno, ya no tendrá que ser sumisa como lo fue su madre y ya no tendrá que renunciar a sus sueños e ilusiones…
Esta novela nos invita
a valorar el privilegio de haber nacido en nuestro país, en este tiempo, en
nuestra cultura…aunque todavía queden cosas por mejorar.
Por último quiero
compartir con vosotros una frase sobre la lectura que leí hace tiempo: “ Leemos
para encontrarnos a nosotros mismos en los libros y para ponernos en el lugar de
otros diferentes “
Un abrazo a todos. Gema
Una reseña estupenda. Refleja muy bien la novela.
ResponderEliminarMagnífica reseña, Gema
ResponderEliminarGema muy buena reseña, aqui Como diria mi madre "nos queda mucho camino por recorrer " "no todo el monte es orégano "
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