Historia triste, sensible y conmovedora. Historia de amor, de pérdidas y de duelos, donde un pintor (Nicolás) sumido en una crisis creativa, en un largo monólogo le cuenta a su hija recién salida de la cárcel, todos los acontecimientos que rodean la muerte de su esposa, dejando reflejado la tristeza y vacío que esto le provoca.
Y es esta esposa el hilo conductor en toda la novela, ambientada en los años 1974-1975 (final de la dictadura franquista), por lo que también refleja los acontecimientos de este periodo en todo su contexto político-social-cultural.
En esta historia se crea un paralelismo entre la ficción del pintor (Nicolás)y la vida real del escritor (Miguel Delibes). Es una evocación a la figura de su mujer.
“Soy consciente de que con su desaparición ha muerto la mejor mitad de mí mismo” Miguel Delibes.
En la obra se adivina el miedo que nos produce la pérdida de alguien querido y el desconsuelo que produce el no haberle dicho a tiempo cuanto la amaba. En el amor sentimos que lo describe como algo cotidiano, natural, basado en el respeto la admiración y comprensión de la persona amada.
La novela es una lección de humanismo y de madurez creativa. Escrita con sencillez, y un estilo impecable, sin ningún adorno estilístico. Es una narración intensa, apasionante en referencia a los sentimientos del escritor, con muy buenas descripciones de los espacios y acciones.
El personaje principal es Ana, hilo conductor de la historia. El personaje secundario principal es Nicolás, al tiempo que también es el narrador de la historia
Los secundarios restantes son los hijos y la nieta, el fiscal Cano, el amigo intelectual de Ana, los enfermos que visita Ana y los médicos.
Hace ya unos años que la leí, entonces me resultó más difícil, ahora, al retomarla de nuevo creo que la he entendido y sentido mejor.
Felisa muy buena reseña.
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