domingo, 23 de septiembre de 2012

"GOOD BYE LENIN" Y LAS ETERNAS MENTIRAS DE LAS DICTADURAS.


Uno de los aspectos que más me llamó la atención del debate posterior a esta maravillosa película es la identificación por parte de muchos de los asistentes, de la situación de la Alemania comunista con la España franquista, e incluso con la dictadura argentina. Las dictaduras pueden enmascarse bajo las más variadas denominaciones, pero en el fondo todas buscan moldear al ser humano que vive bajo su régimen para que viva y piense según la doctrina del régimen. Como esto no es posible, por las personas tienen la funesta manía de pensar por sí mismas, es inevitable que existan cuerpos represivos, que intenten educar a palos a los que no quisieron asimilar la palabra de los líderes. Y en estas se encuentra el protagonista de la película en la fotografía que acompaña a este artículo: en pleno proceso de conocer el verdadero rostro del régimen comunista en el que vive.

Si en España vivimos una transición progresiva, en el caso de Alemania Oriental fue mucho más brusca: prácticamente de un día para otro los ciudadanos se encontraron con el impenetrable muro de Berlín abierto de par en par y podían deambular por el paraíso capitalista, un festín para los sentidos, cuyas reglas de vida son mucho mejor asimiladas por los jóvenes. Los que han vivido toda su vida bajo el régimen comunista y han llevado una vida monótona y segura en lo económico, se sienten los grandes perdedores y sienten la misma nostalgia que en nuestro país sienten los viejos franquistas, aquellos que recuerdan la inmensa placidez que se vivía en España en aquellos años.

La madre del protagonista es una mujer plenamente integrada en la vida cotidiana de la RDA. Es más, se siente alguien útil y necesario, arreglando los pequeños problemas cotidianos de la gente. Por eso, cuando entra en coma y despierta, unos meses después, en un mundo totalmente nuevo, su hijo se esfuerza en que las cosas sigan tal y como estaban antes de su enfermedad. Su casa quedará convertida en un mundo aparte, un mundo donde todavía existe el Estado comunista, donde los telediarios siguen tratando a la gente como a niños, hablándole de nuevas hazañas de producción industrial, definiendo al país como la mayor potencia mundial en tecnología... La realidad, como bien sabe el protagonista, es otra. El país estaba tan decrépito como las ruinas en las que quedó convertido Berlín después de la Segunda Guerra Mundial. Él se siente feliz con las nuevas oportunidades que se le ofrecen a la gente con iniciativa. Pero el amor a su madre es desmesurado y, si hay que cambiar la realidad para que ella se sienta bien, dedica todo su tiempo libre a cambiarla. En realidad "Good bye Lenin" es la historia del amor de un hijo a su madre.

Pero también, como bien supimos advertir muchos de los que participamos en el cine-forum, es la historia de una mentira. O mejor, de muchas mentiras superpuestas, que actúan como metáfora de la existencia en la República Democrática Alemana: la mentira de un Estado que hasta el día antes de su caída se proclamaba como el sistema más perfecto y humanista, mientras apaleaba a los ciudadanos que se atrevían a proclamar lo contrario, la mentira piadosa de un hijo por lo que cree que es mejor para su madre y la mentira de una madre a su familia, para protegerlos, para evitar ser unos parias en una sociedad monolítica. También, con un enfoque más actual, podríamos hablar de la mentira de una Alemania que se unificó con la promesa de servir a la unidad de Europa y que actualmente se muestra hegemónica e intratable. Haría bien este país en volver a mirar a su historia y apreciar la generosidad en el pasado que tuvieron con ella el resto de países del continente.

2 comentarios:

  1. Hola Miguel, comentarte que hace poco vi en Facebook un corto de la pelicula "Network, un mundo implacable", ganadora de cuatro Oscars en 1976, no sé si la conoces, sería una peli interesante de ver, el protagonista se mete a través de la televisión a realizar una protesta bastante razonable, y que a la vez se relaciona con los momentos que padecemos actualmente.Saludos, chao. Eugenia.

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  2. Gracias, Eugenia. La vi hace bastante tiempo, pero la recuerdo bastante bien. Esa en concreto no la tengo, pero si que pienso poner alguna relacionada con el poder de los medios de comunicación, habrá que ver cual.

    Saludos.

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